El Diccionario de la Real Academia Española define en primer
lugar la Innovación como acción y
efecto de innovar, y en segundo lugar como la creación o modificación de un
producto y su introducción en un mercado. Así, entendemos el término innovar
como mudar o alterar algo, introduciendo
novedades. Si aplicamos este verbo al sector de la industria alimentaria no
supone tarea fácil. La innovación en el sector y los procesos que de ellos se
integran están ligados a la mejora de alimentos (y por consiguiente de la
alimentación y la salud), estableciéndose una correlación entre los términos: Innovación+ Creatividad+ I+D+i, e
íntimamente ligado al progreso.
Dentro de este marco, nos centraremos en dos apartados. El
primero, en la formulación, es
decir, dónde podemos innovar y el segundo,
en los procesos que intervienen en la
innovación de productos alimenticios.
Por un lado, por lo que se refiere a la formulación y respondiendo a la pregunta que se plantea se
encuadran en I+D+i de productos en el sector agroalimentario:
la mejora de la funcionalidad del producto, mejora del perfil organoléptico,
mejora desde un perfil nutricional, producto funcional, listas de ingredientes,
otros ingredientes, sabores, ingredientes sostenibles/orgánicos, mejora de
costes son los más importantes. La
combinación, suma y retroalimentación de algunas de estas formulaciones es
también válida y en ocasiones necesaria.
Por otro lado, dentro de estas formulaciones encontramos en la
innovación de nuevos productos alimenticios un proceso que comienza con el
desarrollo de una idea o mejor dicho, de una idea innovadora. Diferenciarse de los competidores,
dando un valor añadido al producto es uno de los objetivos que se ciñen al
proceso. Para ello explicamos brevemente los pasos de los que se compone este proceso de I+D+i en productos
alimenticios:
a.
Estudios
de mercado o market research
para el conocimiento del sector concreto, ubicación, consumidor, benchmark y
conceptos que nos ayudarán en el primer paso del proceso.
b.
Desarrollo
técnico- tecnológico. Después de conocer el mercado y el nicho comienza la
parte técnica y material del proceso. Dentro de esta orientación tecnológica se
embarcarían tratamientos como la investigación científica, reformulaciones,
metodología y características como la conservación del producto.
c.
Ensayos
para la validación del procedimiento. Se basa en tener en cuenta la
tecnología que se va a utilizar o el desarrollo de una nueva tecnología.
d.
Estudios
de vida útil y análisis sensorial para el estudio del comportamiento del
producto (conservación, análisis microbiológicos…), y análisis sensorial con
paneles de sabor en las variedades de “liking” (grado de aceptación, gusto) o
strengh (potencia de sabor) del sabor por ejemplo del producto que sirve para
saber el grado de aceptación por parte del consumidor del nuevo producto en
cuestión.
e.
Packaging
y Marketing Mix. Por último, el diseño del empaque adaptado a las
condiciones del producto y la estrategia de marketing para el lanzamiento en
los lineales.
Desde Innofood,
apostamos por el proceso integral o personalizado en el lanzamiento e innovación
de productos alimentarios, teniendo en cuenta las necesidades del mercado y las
empresas, partiendo de lo más difícil, de ideas innovadoras.