Es conocido
el papel fundamental que juega la innovación y el desarrollo en la industria
agroalimentaria y en las industria en general. Las empresas agrarias y de
alimentos desempeñan una labor importante en el sistema productivo tanto a nivel español como internacional.
Una
de las estrategias importantes a nivel empresarial consiste y se centra en
emprender mediante la innovación de nuevos productos, sabores y envases frente
a los competidores, con el valor añadido de ofrecer a las empresas la reducción
en los costes de producción.
Una concomitancia recíproca de beneficios, en el que el sector de la innovación
en la industria agroalimentaria trata de emprender y mejorar su relación con el
trabajo y esfuerzo diarios.
Los nuevos
estudios y literatura en tendencias sobre innovación en alimentos y bebidas
indican un alza en los sistemas de innovación en materia de lácteos, carnes y
panadería y bollería. Y es que estos sectores se enmarcan en una figura
puramente renovadora que engloba y refleja la tendencia saludable a nivel
global en alimentación.
Cabe resaltar que la industria cárnica se
encabeza en los primeros puestos en la lista a nivel de inversión y colaboración
en I+D+i. Haciendo un paréntesis en
este artículo, como dato curioso, si echamos la vista unos días atrás cabe
resaltar, la noticia de la carne roja y sus efectos negativos en la salud. Este
dato podría contradecirse con un estudio que se publicó el año pasado por el Institute of Social
Medicine and Epidemiology” de la Medical University en Graz, Austria.
Los resultados del
estudio contrarían el estereotipo según el cual la dieta libre de carne es
beneficiosa para la salud y que previene las llamadas “enfermedades de la
civilización”
Volviendo
estrictamente a los esfuerzos y características de los sectores que se ocupan
en innovación y, restando los datos anteriores, llama la atención que las empresas agrarias presenten valores
superiores a los de las alimentarias en cuánto a inputs de innovación. Una
razonable explicación a este hecho se basaría en los distintos procesos
productivos que intervienen en ambas y las distintas estructuras empresariales
y de negocio que reflejan.
Las empresas Agrarias muestran una tasa de innovación en
producto por debajo de la media de la base PITEC (52,8 y 40,6 %,
respectivamente). De lo contrario, las empresas Alimentarias presentan siempre
proporciones superiores (54,8 y 44,0 %).
Por otro lado, la correlación entre estas dos actividades
es algo característico de las empresas innovadoras. Así, el 32,6 % de las
empresas agrarias realizan los dos tipos de innovaciones, en producto y en
proceso, en el mismo año. Esta proporción sube al 44,6 % en el caso de las
Alimentarias, mientras que en el conjunto de empresas es del 36,3 %.
Concluyendo, los
procesos de innovación y desarrollo tanto en la industria agraria como
alimentaria se esfuerzan en un carácter procesal y de producto y la reducción
en costes, paralelamente,quedando abierta la controversia social, moral y
científica en cuánto a hábitos alimenticios entre la carne y vegetales se
refiere. Sea como fuere, la innovación queda al servicio de los alimentos y
la investigación, quedando por asumido que las empresas que prosperen en este
aspecto (independientemente del sector agrario o alimentario al
que pertenezcan), progresaran de manera equidistante en calidad y a medio-largo
plazo, en beneficios.
Por lo tanto, desde
Innofood damos importancia al proceso hasta el producto final, colaborando
en las distintas fases y formas de innovación con las empresas para la
consecución de resultados de éxito como: desarrollo íntegro de productos,
reformulación para reducción de costes, obtención de productos más saludables
acorde a las últimas tendencias y todo aquello que ayude al impulso de la
innovación y adaptación a los requisitos de un consumidor cambiante y cada vez
más exigente en todos los aspectos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario