Hace muy pocos días Mintel, agencia especializada en investigación y análisis de mercado y base de datos utilizada por Innofood, ha publicado un estudio que descubre las 12 tendencias en cuanto a alimentación y bebidas para este año 2016.
Para comprender el
futuro de la alimentación y las bebidas, primero
debemos entender cómo será el consumidor del futuro. El estudio “Looking further with Ford, 2016 Trend” nos revela diez puntos de las características
del consumidor del mañana, y que son las siguientes:
2. Productos versátiles. El consumidor del futuro querrá adquirir
productos de más calidad, más duraderos y más versátil. Este estudio de Nielsen
revela que 8 de cada 10 consumidores europeos estarán dispuestos a pagar más
por productos beneficiosos para la salud, y por consiguiente de mayor calidad.
4. La tecnología en constante evolución. Internet permitirá a los consumidores saber qué
cantidad de producto queda en sus neveras, o cuándo poner la lavadora
dependiendo del precio de la electricidad.
5. Mindfulness. El consumidor del mañana se preocupa por reflexionar y meditar. Por
eso serán importantes los alimentos que reduzcan los niveles de estrés, el
“slow food” y el hedonismo.
6. La tercera edad. Ya que la pirámide de población es cada vez más
invertida, será importante el desarrollo de alimentos que garanticen calidad de
vida, envases versátiles y fáciles de manejar y, en definitiva, productos
adaptados a este tipo de colectivo.
7. Personalización. El consumidor del futuro busca ser único para la
empresa, por lo que demandará una atención personalizada acorde a sus
necesidades. La industria alimentaria debe ser consciente de este punto y
apostar por productos personalizados y la flexibilización de sus cadenas
productivas, consiguiendo un producto ad hoc.
8.
Sostenibilidad. La
concienciación por la sostenibilidad del medio ambiente es todo un hecho, y
cada vez más consumidores abogan por prácticas respetuosas con el mismo. Tanto
es así que el informe llevado a cabo por Ford señala que el 80% de los
consumidores españoles tienen a adquirir productos fabricados con materiales
reciclados. Una buena noticia que debe servir para que la industria alimentaria
apueste también por ella.
9. Economía y consumo colaborativos. El consumo o economía de la colaboración prima
más el acceso que la propiedad, es decir, es la manera tradicional de
compartir, intercambiar, alquilar a través de las nuevas tecnologías y las
comunicaciones. Spotify o Airbnb son claros ejemplos de consumo colaborativo.
Cada vez son más frecuentes prácticas como el consumo colaborativo, por lo que
las empresas de alimentación deben adaptarse a este nuevo modelo de negocio.
10. La revolución de la distribución. Los consumidores ya no se conforman sólo con la
simple venta, sino que buscan sentir con la marca algo más. De este modo, la
distribución cambiará y se adaptará a nuevas formas y modelos de negocio. Ya no
se basará únicamente en la venta del producto, sino que buscará crear una experiencia
para el consumidor.
Una vez comprendida la estructura del consumidor del futuro, entonces podemos analizar qué tendencias se darán en este año 2016 en cuanto a alimentación y bebidas. Desde Innofood sabemos la importancia de conocer estas tendencias, llevarlas a la realidad y transformarlas en productos tangibles. Lo veremos en el próximo post.
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