Superfoods (superalimentos en español), es un concepto que cada vez está más arraigado en nuestro vocabulario. Para aquellos que no están familiarizados con esta palabra, los superalimentos son aquellos alimentos que poseen una gran cantidad de nutrientes que no sólo son necesarios para el organismo, sino que también lo son de cara a la salud de forma natural, sin agregados ni procesos.
Los superalimentos continúan aumentando el deseo de los consumidores de estar sanos, y con frecuencia se utilizan para promover los beneficios de los alimentos nutricionalmente densos. Ya no sólo se limitan a las superfrutas, sino que ahora también se incluyen ingredientes como la quinoa, así como vegetales como pueden ser la batata.
El éxito de los superalimentos tenderá a continuar en tanto que los consumidores busquen productos que no sólo les ofrezcan salud, sino también un sabor único.
¿Por qué los superalimentos?
- Proporcionan salud y bienestar. Estos aspectos continúan siendo el foco de los consumidores.
- Poseen numerosos beneficios naturales y nutricionales inherentes.
- Brindan nuevos sabores.
- Suelen contar con una historia y un patrimonio que los hace ricos e interesantes para el consumidor.
- No sólo se limitan a la categoría de alimentos, sino que también se utilizan en alimentos para animales e incluso en belleza y cuidado personal.
¿Cuáles son los superalimentos emergentes?
1. Cúrcuma. Este ingrediente se conoce por su beneficio antiinflamatorio. Además, posee un alto potencial en cuanto a la protección que ofrece ante varios tipos de cáncer, el Alzheimer, insuficiencia cardíaca, diabetes y artritis. La cúrcuma tiene un alto potencial en suplementos y en comidas y bebidas funcionales, enfocadas por ejemplo al deporte, a la actividad o a un sector de consumidores de edad madura.
2. Moringa. Cada gramo de las hojas de moringa son una fuente inagotable de nutrición. Contienen 7 veces la cantidad de vitamina C que hay en una naranja; 4 veces la cantidad de calcio y 2 veces la cantidad de proteína que contiene la leche; 4 veces la vitamina A que contienen las zanahorias; y 3 veces la cantidad de potasio que contienen las bananas. Es un ingrediente que se utiliza principalmente en cosmética, debido a su conexión con el anti-ageing.
3. “Granos ancestrales” o ancient grains. El deseo de alternativas al trigo más saludables y menos refinadas han alimentado el redescubrimiento de los ancient grains. De hecho, gracias a ellos se está empezando a cambiar el concepto que tienen los consumidores sobre los carbohidratos, contribuyendo asimismo con nuevos sabores y texturas. La quinoa, el amaranto, el mijo, el teff, la chía o el sorgo son ejemplos de esta categoría.
4. Plantas leguminosas. Se componen de 12 cultivos, como frijoles, guisantes secos, garbanzos y lentejas. Son ricos en proteínas vegetales, poseen un índice glucémico muy bajo y un alto contenido en fibra. Además, suponen una sensación de saciedad más duradera. Las plantas leguminosas son alimentos básicos en muchas cocinas étnicas, que ofrece a los fabricantes una vía para la innovación de productos para los exploradores de comida de este tipo.
5. Supersemillas. A pesar de su reducido tamaño, aportan una gran cantidad de nutrientes en su estructura compacta. Las semillas son una fuente inteligente de proteínas y grasas. Algunas semillas, incluyendo la chía y las semillas de calabaza, ofrecen proteína completa, con todos los nueve aminoácidos esenciales en las proporciones correctas.
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